“Si bien existen numerosas técnicas de monitoreo de dalbulus maidis, cabe precisar que todas son complementarias entre sí, y presentando ventajas y desventajas”, dijo Augusto Casmuz, técnico de la sección Zoología Agrícola de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
“En el caso del convenio entre los Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA) NOA y la Eeaoc, optamos por priorizar el seguimiento de la dinámica de vuelo de los adultos de la chicharrita, mediante el uso de trampas cromáticas adhesivas, Este es un método ampliamente utilizado en Brasil, que demostró ser eficaz para identificar patrones de infestación en cultivos cercanos. No obstante, complementamos la información con observaciones directas al cultivo, principalmente para el monitoreo de los estados juveniles del insecto (ninfas)”, añadió Casmuz.
El NOA muestra un sensible descenso de poblaciones de dalbulus maidis, respecto de 2023Debido a ello, consideró necesario dar algunas recomendaciones de manejo que el productor y el técnico deben tener en cuenta. En términos generales las resumió en tres puntos:
1.- Monitoreo riguroso de las poblaciones de dalbulus maidis en el cultivo: supervisar continuamente las trampas cromáticas adhesivas y los cultivos, para identificar y cuantificar tempranamente las poblaciones de la chicharrita y cualquier signo de infestación.
2.- Medidas específicas en áreas críticas: enfocar acciones en zonas con presencia del vector para evitar que sus poblaciones aumenten de manera explosiva. Tener en cuenta la importancia de rotar el modo y sitio de acción de los insecticidas a utilizar para evitar o demorar efectos de resistencia.
3.- Protección de maíces tardíos: garantizar medidas preventivas en cultivos en las fases iniciales de desarrollo.
Junto a Casmuz, LA GACETA Rural consultó a Alejandro Vera -también técnico de la sección Zoología Agrícola de la Eeaoc- y a Lucas Cazado -líder del proyecto Plagas de CREA sobre las perspectivas para la campaña 2024/25. Coincidieron en afirmar que si bien los datos reflejan un panorama moderadamente positivo en amplias regiones del país, el aumento de las poblaciones de dalbulus maidis en zonas endémicas representa un recordatorio sobre la importancia de mantener estrategias de manejo activas.
“La coordinación entre productores y técnicos agrícolas será crucial para proteger los cultivos de maíz y garantizar su rendimiento ante las amenazas de este vector”, dijeron.
En el NOA creció la población de dalbulus maidis, según el último datoTambién recomendaron que tanto productores como técnicos asesores se mantengan informados sobre la situación poblacional de la chicharrita. A tal efecto, recordaron que mediante un proyecto nacional que articula al sector público-privado (organismos fitosanitarios y de investigación nacionales y provinciales, entidades de productores y entidades que reúnen a la industria semillera y de agroquímicos) se implementó una red nacional de monitoreo, que quincenalmente emite un reporte en el cual consta la evolución de las poblaciones de dalbulus maidis en todas las regiones productoras de maíz. Para ello se ha dispuesto de una red de monitoreo del insecto vector que consta de 450 trampas. Los informes está disponible de forma gratuita en https://www.maizar.org.ar/vertext.php?id=900. “El informe deja en claro que la prevención y el manejo oportuno son las herramientas más efectivas para enfrentar el desafío que representa la chicharrita del maíz”, afirmaron.